7 tips y 3 estilos para tener la casa fresca durante el verano.
Todo mundo ama la temporada veraniega, especialmente por lo que representa: vacaciones, ropa ligera, playa, mar y ¡mucha diversión! Todo mundo escapará hacia el primer cuerpo de agua más cercano para calmar el calor, pero de regreso a casa, seguramente la emoción no es la misma, ¿cierto?
Para evitar bajones de energía, lo ideal es preparar la casa para esta temporada, de modo que incluso sin salir, todo momento sea de relajación y frescura, por eso, hoy te compartimos algunos tips que te harán querer estar en tu hogar durante todo el verano.
Contenido
1. ¡Plantas, plantas, plantas!
Foto: Envato.
Si has visitado algún estado en provincia, seguramente habrás notado que el bochorno es mucho menor comparado con el de la ciudad, esto se debe a las plantas, pues, la abundante vegetación origina una atmósfera más refrescante gracias al proceso de fotosíntesis.
Bajo este mismo principio, mantener macetas con plantas naturales es una gran estrategia para ayudar a los ventiladores de tu recinto.
De la misma forma, son una excelente opción de ornamentos, matas como el ficus, el bambú y la strelitzia (o ave de paraíso) elevarán la estética de tus espacios.
2. El color importa.
Foto: Envato.
A primera instancia, este consejo puede malinterpretarse como una cuestión de sugestión, y es que no por poner un determinado matiz a la pared, la temperatura del cuarto será menor.
Existen ciertos colores que tienen diferentes efectos y sensaciones cuando se trata de interiorismo, por ejemplo, los fríos, como el celeste, promueven la iluminación y no retienen el calor, a diferencia de los tonos más cálidos y oscuros, como el marrón o el naranja.
Los neutros, como el beige o el blanco, también resultan un buen partido al que se recurre comúnmente, ya que son grandes conductores de luz natural.
3. Pon un horario a las ventanas.
Foto: Envato.
En estas fechas, un error común es mantener las ventanas abiertas en todo momento, porque permite el flujo de un aire que no es tan fresco como se cree, porque en determinadas horas del día, la luz puede ser intensa y el viento caliente, transformando la casa en un horno.
Lo mejor que puedes hacer es regular los momentos en que abres las ventanas, evitando los momentos más calurosos del día, además, puedes ayudarte de persianas para dosificar la luz que entra.
Es importante comprender que no es lo mismo dejar que entre luz a que entre el calor, por lo que apoyarte con un filtro -como el que te mencionamos antes- será de gran ayuda, especialmente si las paredes cuentan con un color que ilumine bien con lo mínimo de luz natural.
Si vives en un clima tropical, a veces ocurren lluvias inesperadas, lo que traerá consigo mosquitos, así que no olvides la red o malla mosquitera.
4. Evitar calor adicional innecesario.
Foto: Envato.
Ya hablamos de cómo reducir el calor que genera la luz solar, ahora toca hablar del que se genera desde casa, sobre todo, de aquellos que se pueden ahorrar, y los encontramos en 3 lugares de la casa:
I. En los electrónicos.
¿Alguna vez has tocado la parte trasera de tu televisión cuando está apagada? Los electrodomésticos producen calor cuando están conectados a la toma de corriente, incluso si no están en uso.
Lo más recomendable es desenchufar todo aquello que no estés usando, ya sea la TV, la cafetera, la tostadora o el cargador del celular.
II. En la cocina.
Aquí existen dos elementos importantes a considerar en la búsqueda de la frescura veraniega: qué estás cocinando y qué estás utilizando para ello.
Los platillos calientes no son la mejor idea para esta temporada, pues al comer, la temperatura corporal aumenta, por si fuera poco, ocasionan calor durante su preparación dado el uso de utensilios como la estufa, el horno o el microondas.
Por eso se recomienda cambiar a un menú más frío o fresco que por lo general suelen ser más rápidos, ahorrando energía y tiempo. Tu paladar te agradecerá.
III. En los muebles.
Si bien los muebles no generan calor por sí mismos, obstruyen la circulación del aire en los lugares donde se encuentran, aquellos que son muy grandes, particularmente; por eso, en la medida de lo posible, trata de liberar espacio guardando o moviendo el mobiliario que menos emplees.
También importa mucho el material del moblaje, lo cual nos lleva al siguiente punto.
5. Ropa de casa ligera.
Foto: Envato.
Seguro planeas tus outfits para el verano, donde tus prendas son más livianas y cómodas; todo lo ideal para evitar sudar. Tal como tú, el hogar necesita vestir de la mejor manera para aguantar el verano y sus altos Celsius.
Todo se resume a los materiales de los muebles que tengas y qué transpirables puedan ser estos, por ejemplo, un sofá de vinilo será perfecto para diciembre, enero y febrero, pero será terrible para junio, julio y agosto.
Asimismo, se refiere a la tela de la ropa de cama, las cortinas y las alfombras; el algodón, el lino y la seda son excelentes para evitar el calor, mientras que el poliéster, nylon y el vinilo lo retienen.
De acuerdo con un artículo de Forbes, citando a reconocidas diseñadoras de interiores, los materiales de la decoración también influyen en la temperatura del hogar, como los jarrones de cerámica, o los cestos de rafia. Otros expertos apuestan más hacia las fibras naturales como el mimbre, el ratán o el bambú.
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6. Un buen estilo.
Cuando trabajan en conjunto colores, texturas, patrones y ornamentos, la atmósfera mejora de manera exponencial, por eso mucha gente opta por realizar un cambio de estilo, para el verano hay muchas opciones que se relacionan con todo lo que ya te hemos platicado, te compartimos 3 que en particular lo hacen.
I. Altamar.
Esta propuesta incluye diferentes tonos de azul, uno de los colores fríos por excelencia, así como patrones de líneas horizontales en blanco y elementos de madera que evocan a la ambientación de un barco navegando. Para continuar con la línea cromática, las plantas suelen ser de un verde intenso. Definitivamente la experiencia de un paseo marítimo sin salir de casa.
Las canastas Thalassia te recordarán la altamar, no solo por su diseño, sino porque están hechas de plantas marinas, una opción ecológica y chic, muy ad hoc a este estilo.
II. Boho.
La iluminación es uno de sus puntos fuertes, pues emplea principalmente blancos, beiges y variantes suaves del amarillo y cobre para las paredes, el mobiliario es más suelto y relajado, jugando con patrones de colores sutiles que contrastan ligeramente con el espacio, pero que mantienen una misma armonía.
La vegetación suele ser variada, aunque a menudo las plantas en vertical son preferidas, un buen contraste con los elementos gráficos de arcos y curvas para adornar las paredes.
Tenemos una alta variedad de cojines con diseños y patrones bellísimos que hacen juego con este estilo, pero consideramos que nuestro Cojín Vishnu Terracota es la opción ideal para dar ese toque bohemio propio del Boho.
III. Slow Deco.
Este estilo -junto al boho- es de los que más aprovecha a las fibras naturales, pues se basa en la decoración y mobiliario en este material y mantiene su estética natural de modo que combina con la paleta cromática de blancos que usa. Este combo de lo rústico y lo sutil funciona tan bien, que produce un sentimiento de paz y descanso.
La cerámica natural es parte del repertorio del Slow Deco, por eso sabemos que nuestra Maceta Bob Zen "No Oigo" Beige luce exquisita en ambientes de este estilo… a decir verdad, se ve bien sin importar en dónde esté, ¡es hermosa!
7. ¡Encuentra tu fresh spot!
Foto: Envato.
En toda casa hay un rinconcito más fresco que el resto, te invitamos a hacerlo tu pequeño oasis para relajarte y disfrutar el día, recuerda todos los consejos anteriores para mantenerlo radiante y vibrante. No olvides presumir en redes y etiquetarnos. 😉
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